¿CUÁNDO ME TOCA?

Hola a todos...

Dicen los filósofos que la única similitud entre todos los seres humanos es que al nacer, saben que en algún minuto de su vida, van a morir. Bueno, estos días, por razones que ya todos conocemos de sobra, este tema se me hizo recurrente y aún más presente. Pero mi preocupación no fue por el General... sino por la María Isidora, mi abuela.

Esta señora, madre de mi madre, tiene 87 años y poco a poco la he visto apagarse. Ha bajado de peso, come como pajarito, camina cada vez más lento y se ha vuelto más sensible. El domingo 10, cuando supo que había muerto el General, era un mar de lágrimas. Francamente, no se de dónde sacó tantas, pero lloró mucho. Y me quedé con una duda que hasta hoy me atormenta: ¿lloró por él o porque siente que su final está cerca? y si fuera lo último, ¿qué tan lista estoy yo para enfrentarlo?

Me da un susto atroz. Lo asumo. Pero quizás el miedo no es por mí, sino por mi madre. A diferencia de mi abuela y yo, que somos muy parecidas de carácter y por lo cual siempre colisionamos, mi mami es más dulce, más sensible, más tímida. Y temo que, como además es hija única, una situación como ésta le afecte más. No sé cómo va a reaccionar, cómo la contengo, cómo la consuelo. Cuernos, qué difícil es enfrentarla.

Lo que me sorprende es que desde hace unos días, hasta me he puesto a pensar cómo lo voy a hacer. Desde la misa, cómo avisarle a los parientes, los amigos, a quiénes les voy a pedir ayuda en las cosas más operativas, hasta de tener presente que si es verano o invierno, el agua y el café no pueden faltar. Dios!!! me estoy volviendo paranóica. Definitivamente, no quiero pensarlo. Aún no quiero que se vaya, pero no estoy lista, sin embargo parece nunca estamos listos para ver partir a los nuestros.

Un beso a todos y que les vaya bien...